“No sé que nos ocurre, cada vez discuto más con mi marido. No puedo continuar así”
“Me gustaría que alguien nos orientara a nivel familiar. Parece que todos estemos en guerra unos contra otros”
“Aunque nos queremos, no estamos de acuerdo en nada. Al principio no importaba, ahora es muy frustrante”
“Vamos a separarnos, pero queremos que alguien nos ayude en el proceso, por el bien de nuestros hijos”
“Me siento muy desdichada, mi marido me es infiel y no sé si quiero continuar con él”
La vida de pareja puede llevar a situaciones de conflicto que los propios integrantes de la misma no puedan resolver por sí mismos. En ocasiones, dichos conflictos vendrán determinados por circunstancias externas y en otras, por un fracaso en la comunicación o por errores en las expectativas del uno con el otro.
Terapia sexual
Se conoce como terapia sexual a las técnicas de intervención para el tratamiento del desajuste en la conducta sexual humana.
No olvidemos que la Organización Mundial de la Salud define la sexualidad como un aspecto central del ser humano, que está presente a lo largo de toda su vida. No sólo abarca a la práctica sexual, sino también la identidad sexual, el rol de género, la orientación sexual, el erotismo, la intimidad y la reproducción. La sexualidad humana es vivenciada y expresada mediante pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores y relaciones interpersonales.
Por otra parte, la sexualidad humana está condicionada por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, culturales, éticos e incluso legales. Cuando se producen trastornos sexuales es preciso descartar inicialmente si se trata de un problema orgánico o funcional.
Las disfunciones sexuales se presentan en una alta incidencia en la
población general, pueden estar relacionadas con situaciones de estrés o
ansiedad y a su vez generan un grado de malestar psíquico considerable,
aunque en muchas ocasiones no se abordan con la prontitud necesaria por
pudor, vergüenza o falta de comunicación en la pareja.
Los casos más frecuentes son:
- Insatisfacción sexual general
- Deseo sexual inhibido
- Disfunciones sexuales masculinas:
- Disfunción eréctil
- Eyaculación precoz
- Retardo en la eyaculación
- Disfunciones sexuales femeninas:
- Anorgasmia
- Dispareunia
- Vaginismo
- Parafilias (desviaciones de la conducta sexual)
- Adicción al sexo
- Disforia de género: Hace referencia al malestar que puede acompañar a la incongruencia entre el género experimentado o expresado por un sujeto y el género asignado. Esta diagnóstico se centra en la disforia (alteración del estado de ánimo) como problema clínico y no en la identidad per se.
Obviamente la Terapia Sexual entiende de las estrategias terapéuticas
encaminadas a resolver los diferentes problemas en relación con la vivencia
de la sexualidad de la persona o la pareja afectada.
Dado que todo problema sexual tiene un impacto en el bienestar global de
la persona o la pareja, en muchos casos la terapia sexual no se centra
únicamente en el problema sexual, sino al bienestar global de cada
individuo, ofreciendo una visión global e integrada del problema.
Preguntas frecuentes
No obstante, algunos hombres también manifiestan un bajo deseo sexual, normalmente atribuible a circunstancias de estrés.