El término afectivo resulta un tanto confuso, debido a qué en español remite a los afectos, por lo que se contemplan varias acepciones.
Se puede interpretar fácilmente como el amor, cariño o inclinación hacia alguien, pero esta es sólo uno de sus particulares significados. En términos generales, lo afectivo trata sobre el ánimo, que a su vez deriva del ánima o alma. La afectividad englobaría una serie de emociones no solo el amor, sino también la ira o el odio.
En medicina el término trastorno afectivo se usa para referirse al sufrimiento relacionado con alguna alteración que esté más relacionada con las emociones o las sensaciones que con el pensamiento y donde el punto central es el sufrimiento por dicho mundo emotivo.
El psiquiatra inglés Henry Maudsley, a finales del siglo XIX, propuso la categoría general de “Trastornos afectivos”, cuyo nombre más tarde fue reemplazado por el de “Trastornos del estado de ánimo”, en referencia a ese estado emocional subyacente o longitudinalsea interno del individuo) a diferencia de la primera expresión (trastorno afectivo) que puede ser externamente observada por otros.
Las traducciones al español de las clasificaciones que provienen del mundo anglosajón (como los criterios DSM, hasta el 2013) han ido usando indistintamente ambos términos para esta categoría: Trastornos afectivos y Trastornos del estado de ánimo. Sin embargo, para complicar y enredar un poquito más el concepto, la clasificación de la OMS (CIE-10) utiliza el de “Trastornos del humor” con un paréntesis aclaratorio de “afectivos”. Lógicamente, aquí el humor, no tiene que ver con la disposición hacia lo cómico (como sería en la frase “sentido del humor”) sino con
“disposición del ánimo, especialmente cuando se manifiesta exteriormente” (he copiado literalmente de la RAE)
En definitiva, todo aquel estado anímico alterado quedaría englobado en esta categoría de “Trastorno afectivo”. Si bien nuestros sesudos colegas norteamericanos la han desechado totalmente en su última clasificación, DSM-5, voy a mantenerme en el pensamiento decimonónico de Maudsley para explicarlos.
Clasificación de los Trastornos Afectivos:
Cuadros depresivos, en los que la categoría principal es un estado de ánimo triste, apagado, lúgubre, lo que se denomina hipotímico:
Trastorno Depresivo Mayor
Se trata de la categoría principal de los episodios depresivos. Puede presentarse en un solo episodio o bien de forma recurrente. A su vez, se distinguirán diferentes formas de presentación clínica:
- Depresión melancólica o endogenomórgica
- Depresión atípica
- Depresión psicótica
- Depresión catatónica
- Depresión postparto (cuidado no todos los trastornos afectivos tras el parto cumplirán criterios para un Trastorno Depresivo Mayor).
- Trastorno Afectivo Estacional
Distimia
Se trata de un cuadro depresivo de menor intensidad, pero caracterizado por su cronicidad.
Depresión doble
Cuando a un trastorno distímico se superpone un episodio de trastorno depresivo mayor.
Trastorno disfórico premenstrual
Depresión breve recurrente
Trastornos de adaptación con estado de ánimo depresivo
Trastornos depresivos secundarios a enfermedad médica o uso de sustancias
Cuadros clínicos en los que predomina un estado de ánimo expansivo, eufórico. Según la intensidad de estos episodios se denominarán episodio maníaco o bien episodio hipomaníaco. Se considera que siempre que aparece un episodio de exaltación del ánimo patológico estamos ante un Trastorno Bipolar.
Trastorno Bipolar, anteriormente llamado Psicosis maníaco-depresiva, una condición emocional de inestabilidad caracterizada por ciclos de euforia y depresión. Existen también diversos subtipos clínicos:
- Trastorno Bipolar, tipo I: Cuando se ha presentado un episodio maníaco completo, con o sin episodios de depresión.
- Trastorno Bipolar, tipo II: Han existido episodios depresivos, pero nunca se ha presentado un episodio maníaco completo, es decir, las fases expansivas han sido de menor intensidad.
- A considerar que hay pacientes que pueden presentar lo que se denomina episodios mixtos (sufrir síntomas de mania/hipomanía y de depresión a la vez).
- Un 20% de los pacientes con trastorno bipolar presentan la característica llamada de “ciclación rápida”, esto es, que pueden sufrir más de cuatros episodios al año, sean de cualquier característica.
- Ciclotimia: Alteración crónica, persistente y fluctuante que conlleva numerosos períodos de síntomas hipomaníacos y periodos de síntomas depresivos, pero no alcanzan las características de los anteriores.