Que gran uso hacemos de la palabra ansiedad: la utilizamos de diferente manera, con diferentes significados y en un número también variado de contextos, por lo que lo menos que podemos decir, es que el término resulta confuso, algo que también ocurre con la palabra depresión.
La RAE define ANSIEDAD:
Del latínanxiĕtas, -ātis.
1. f. Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo.
2. f.Medicina: Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis y que no permite el sosiego de los enfermos.
ANSIEDAD. Definición desde un punto de vista biológico:
La definición mas aceptada es que la ansiedad es un estado del organismo que representa una respuesta de anticipación involuntaria frente a estímulos (que pueden ser externos o internos) y que son percibidos como amenazantes y/o peligrosos. Dicha respuesta provoca que el organismo se sitúe en alerta con respecto a la tal amenaza y se posibilita un gasto suplementario de energía para hacer frente a la misma.
Cuando hablamos de estímulos externos parece claro a lo que nos referimos. Ahora bien, los estímulos internos, que también pueden constituir una amenaza, pueden ser pensamientos, ideas, imágenes y también percepciones físicas.
Una vez que esta alerta se ha puesto en marcha es acompañada de un sentimiento desagradable y de síntomas somáticos de tensión. Desde esta perspectiva biológica tiene una función muy importante para la supervivencia, ya que para preservar su integridad física el ser humano ha puesto en marcha durante millones de años una serie de respuestas adaptativas, como la reacción de lucha o huida.
¿Qué es la reacción de lucha o huida?
También conocida como respuesta de estrés agudo, es el conjunto de respuestas fisiológicas ante la percepción de daño, ataque o amenaza a la supervivencia.Fue descrita inicialmente por el fisiólogo Walter Cannon, indicando que los animales reaccionan con una descarga general del sistema nervioso simpático,que les prepara para luchar o escapar. Ello es debido a que la médula adrenal produce una descarga de hormonas (adrenalina, especialmente).
Esta reacción es reconocida como la primera fase de un síndrome de adaptación general, que regula las respuestas de estrés no sólo de los seres humanos, sino en general de los vertebrados, pero también las de otros organismos.
Reconsiderando de nuevo todas estas definiciones, podemos concluir que la ansiedad es:
- Un sentimiento subjetivo de temor indefinido, incomodidad, discomfort, inseguridad o tensión. Mas o menos todos sabemos a que nos referimos, aunque la expresión verbal puede cambiar de una persona a otra, dependiendo en parte de la subjetividad y de factores socio-culturales. Algunas personas pueden expresar claramente «miedo», otras hablarán de inquietud o nerviosismo e incluso en otros casos se referirán a desazón, desasosiego, angustia o zozobra.
- Un estado fisiológico de activación de los mecanismos de control córtico-subcortical, mediatizados fundamentalmente por la formación reticular ascendente (esto se conoce como un aumento del arousal) y cuyo resultado es una hipervigilancia (o incremento de la alerta).
Este dispositivo fisiológico se produce tan rápidamente que en muchas ocasiones el sujeto no sabe que ha experimentado primero si el temor o la desazón o la activación fisiológica. Pensemos que las respuestas de nuestro sistema nervioso central «viajan» muy rápidamente… La velocidad del impulso nervioso dependiendo de las neuronas, oscila entre los 5 y los 120 metros/segundo.
Todo este dispositivo psicofisiológico complejo, es básicamente el mismo que es del miedo. Su existencia y disponibilidad es por tanto necesaria. Supone una defensa del organismo ante situaciones de estrés, es decir, ante estímulos que alteran su equilibrio o su supervivencia.
Por lo tanto, en muchas ocasiones hablaremos de ANSIEDAD NORMAL, cuando el dispositivo funciona ante determinadas situaciones de peligro o de sobrecarga ambiental. Sin embargo, la respuesta en la llamada ansiedad normal es:
- De intensidad leve o moderada.
- De duración limitada.
- Ante estímulos universales (casi todo el mundo se alarmaría… por ejemplo, un claro peligro para la integridad física del sujeto) o bien en circunstancias de demanda ambiental incrementada (vaya, lo que se denomina estrés).
- Tiene un grado acotado de interferencia en la vida cotidiana.
Por tanto, la ansiedad normal es adaptativa. ¿Quién no ha percibido ansiedad ante un examen importante? y por otra parte, el incremento del estado de alerta, si no es excesivo, puede ayudar a estar más atento en esa situación y conseguir un mejor rendimiento.
ANSIEDAD PATOLÓGICA
La ansiedad se considera patológica cuando se dan las siguientes circunstancias:
- La inadecuación entre estímulos o situaciones que la provocan y la compleja respuesta de alerta. (Como ejemplo, (Supongamos que ante el mismo examen, la persona sufre tantos síntomas vegetativos o experimenta tal temor, que es incapaz de acudir al mismo).
- La persistencia en el tiempo de ese estado de alerta, mas allá de los límites de la adaptación. (Siguiendo el mismo ejemplo que utilizamos, la persona ya se ha presentado y finalizado ese examen y sin embargo persiste la situación de temor que le provocaba y todo el cortejo de síntomas fisiológicos acompañantes).
- Si no existiera un estímulo identificable que desencadene la respuesta de ansiedad, (Nada ha ocurrido, y sin embargo la persona se siente con ese temor y la alerta como si tuviera que enfrentarse a un juicio o a la pérdida de algún ser querido).
Es evidente que los límites no son claros como una frontera, sino que hay un continuum entre las formas de ansiedad normal y patológica. Y es del todo habitual que se vea modulada por el estado general del individuo, la intensidad del estrés y también por el tiempo en que el individuo haya padecido esa carga ambiental.
Esto es, una persona que habitualmente sobrelleva situaciones cotidianas de estrés, puede llegar a tener una respuesta de ansiedad patológica si estas situaciones son prolongadas y se hacen consuetudinarias.
LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD
Por lo dicho anteriormente, creo que no es baladí decir que todos los seres humanos hemos experimentado en algún momento ansiedad normal, pero también ansiedad patológica, es decir, en algún momento nos hemos sentido desbordados por una percepción peligrosa, o por las mil y una situaciones con las que lidiamos en el día a día.
Sin embargo, se denominan trastornos de ansiedad, a todas aquellas situaciones clínicas en las que el predominio sintomatológico es el temor, la ansiedad en sí y los cambios conductuales asociados:
Existen varios tipos de trastornos de ansiedad:
- El trastorno de ansiedad generalizada consiste en sentir ansiedad y preocupación persistentes y excesivas por ciertas actividades o situaciones, incluso cuestiones ordinarias y rutinarias. La preocupación es desmedida en comparación con la circunstancia real, es difícil de controlar y afecta al estado físico. Por lo general, ocurre junto con otros trastornos de ansiedad o depresión.
- El trastorno de pánico implica episodios repetidos de sentimientos repentinos de gran ansiedad y miedo o terror que alcanzan un pico en un lapso de pocos minutos (ataques de pánico). Los pacientes describen la percepción de que algo muy malo va a suceder pronto, y esto se acompaña de múltiples y diferentes manifestaciones físicas, como dificultad para respirar, dolor en el pecho, taquicardia o palpitaciones. Estos ataques de pánico pueden generar preocupación por la posibilidad de que pudieran volver a ocurrir y la persona que los sufre suele evitar las situaciones en las que se han presentado los ataques.
- La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad en el que se tiene miedo a los lugares o las situaciones que podrían causar pánico o hacer que la persona se sienta atrapada, indefensa o avergonzada. Por ello se evitan estos lugares y situaciones. y a menudo evitas este tipo de lugares o situaciones.
- El trastorno de ansiedad social (fobia social) implica altos niveles de ansiedad, miedo y evasión de situaciones sociales debido a sentimientos de vergüenza, timidez y preocupación por la posibilidad de que otras personas le juzguen de manera negativa.
- Las fobias específicas se caracterizan por la aparición de una gran ansiedad cuando la persona afectada se expone a objetos o situaciones muy concretos; además, conllevan un deseo de evitar dicha exposición. Las fobias provocan ataques de pánico en algunas personas.
Además se han descrito trastornos de ansiedad de tipo secundario, como son:
- El trastorno de ansiedad a causa de una enfermedad consta de síntomas de gran ansiedad o pánico que son consecuencia directa de un problema de salud física.
- El trastorno de ansiedad inducido por sustancias se caracteriza por síntomas de gran ansiedad o pánico que son el resultado directo del abuso de drogas, el consumo de medicamentos, la exposición a sustancias tóxicas o la abstinencia de drogas.
Y por último hay formas de ansiedad que son características de la infancia:
- El mutismo selectivo es una incapacidad sistemática de los niños para hablar en determinadas situaciones, (por ejemplo, en la escuela) aunque puedan comunicarse con normalidad en otros ámbitos, como en la familia. Este cuadro, lógicamente, puede interferir en el funcionamiento escolar y social del pequeño que lo sufre.
- El trastorno de ansiedad por separación, también de presentación en la niñez, se caracteriza por una ansiedad excesiva con respecto al nivel de desarrollo del niño y que se relaciona con el hecho de separarse de los padres u otras personas que tienen funciones parentales.
Así pues, la ansiedad en sí misma puede considerarse un fenómeno normal y que sirve para la supervivencia de la especie, un fenómeno que produce malestar si es excesiva y finalmente articularse en diferentes tipos de trastorno, que son muy pero que muy frecuentes: la mayoría de estudios se centran en los pacientes de atención primaria con rangos de prevalencia que oscilan entre el 10 % y 30 % de la población en países occidentales, datos que posiblemente están infravalorados debido a la tendencia de muchas personas de minimizar los problemas psíquicos y focalizarse exclusivamente en las manifestaciones físicas.
Asimismo, la ansiedad acompaña a muchas otras patologías psíquicas, desde los trastornos afectivos (especialmente en la llamada depresión endogenomórfica, en las fases depresivas o mixtas del trastorno bipolar y en la esquizofrenia.