Se calcula que en el año 2030, dentro de sólo doce años, ochenta y dos millones de personas en el mundo tendrán demencia y esta alarmante cifra se duplicará al cabo de veinte años: ciento cincuenta y dos millones de personas con demencia en 2050. Son estimaciones de la OMS.
Para hacernos una idea de la magnitud de esa cifra diré que equivale a la población de Europa de Sur, esto es toda la población de España, Portugal, Italia, Grecia y todos los países de la península balcánica, además de las islas del Mediterráneo.
Etimológicamente demencia proviene del latín (“alejado de la mente”) e implica una pérdida progresiva de las funciones cognitivas debida a daños cerebrales y que lleva al paciente a la incapacidad para la realización de las actividades de la vida diaria.
Pues bien, esta legión de afectados no presentará una enfermedad homogénea, ya que la demencia está causada por diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro, de forma primaria o secundaria.
Los signos y síntomas que se relacionan con la demencia aparecen en tres etapas:
- Etapa temprana:
La cual a menudo pasa desapercibida y en la que ya se aprecia la tendencia al olvido, la pérdida de la noción del tiempo y la desubicación espacial.
- Etapa intermedia:
Se empiezan a olvidar acontecimientos recientes, así como los nombres de las personas. Los pacientes se encuentran desubicados, incluso en su propio hogar y tienen cada vez mas dificultad para comunicarse, precisando ayuda para el aseo y el cuidado personal y aparecen cambios en el comportamiento.
- Etapa tardía:
En esta nos encontramos una creciente desorientación en tiempo y espacio, dificultades para reconocer a familiares y amigos, una necesidad absoluta para el cuidado personal, dificultades en la deambulación, y marcadas alteraciones comportamentales que pueden incluir situaciones de agitación psicomotriz y agresiones.
Epidemiología
Ya hemos hablado de la cantidad de casos en valor absoluto que se presentarán en los próximos años, estas conclusiones están basadas en el hecho de que se registran cerca de diez millones de nuevos casos anualmente, por lo que entre el 5 y el 8% de la población mayor de 60 años, sufrirán demencia en algún momento de su vida.
Causas
No obstante, aunque la edad es el principal factor de riesgo de demencia, la enfermedad no es una consecuencia inevitable del envejecimiento, ya que puede afectar a personas más jóvenes.
Los factores de riesgo descritos para la aparición del deterioro cognitivo son muchos, entre otros:
- Factores relacionados con el modo de vida (que a su vez son comunes a otras enfermedades no infecciosas) como:
- Inactividad física
- Obesidad
- Dieta inadecuada
- Consumo de tabaco
- Consumo excesivo de alcohol
- Diabetes
- Hipertensión
- Factores que afectan al funcionamiento global del sistema nervioso central:
- Sufrir trastornos depresivos
- La inactividad cognitiva
- Factores de tipo psicosocial:
- Bajo nivel educativo
- Aislamiento social
Los déficits cognitivos de las demencias afectarán a cualquiera de las funciones cerebrales, especialmente a las áreas de memoria, lenguaje, atención, habilidades visuales visocontructivas, las praxias y las funciones ejecutivas como la resolución de problemas.
Tipos de demencia, según la causa:
- Demencias corticales, degenerativas o primarias:
Hablamos de enfermedades irreversibles y progresivas, cuyo factor fisiopatológico principal radica en la hipofunción o pérdida de sinapsis o neuronas por aspectos relativos al metabolismo neuronal. Las más comunes son:
- Enfermedad de Alzheimer
- Demencia fronto-temporal (enfermedad de Pick y otras demencias frontotemporales)
- Demencia de cuerpos de Lewy
- Demencias subcorticales o secundarias:
El factor patógeno de este grupo también es la disfunción o pérdida de función neuronal, pero en este caso, por causas externas al metabolismo intrínseco de las neuronas. Algunas de ellas pueden ser tratables, y existen múltiples causas, por lo que es conveniente realizar un buen diagnóstico diferencial ante la presencia de un deterioro cognitivo.
- Demencia vascular o demencia multi-infarto (la antes llamada arterioesclerosis)
- Hidrocefalia normotensiva
- Complejo demencia-SIDA
- Pseudodemencia depresiva
- Alteraciones metabólicas:
- Hipotiroidismo
- Déficits de vitaminas B6 o B12
- Tumores craneales
- Traumatismo craneal
- Demencias por alteraciones autoinmunes
No obstante, a pesar de esta clasificación académica, en la práctica cotidiana los límites entre las diversas formas de demencia son difusos y es frecuente la coexistencia de formas mixtas.
Para la OMS es fundamental el conocimiento y abordaje de la demencia para mejorar la vida de los afectados y también de sus cuidadores y familias. Los principales objetivos serían:
- Diagnóstico precoz
- Posibilitar un tratamiento rápido y óptimo
- Mejorar la salud física del paciente, identificando y tratando las enfermedades físicas que también pueda presentar
- Incidir en la rehabilitación cognitiva
- Mejorar la actividad del paciente y vigilar su bienestar
- Detección y tratamiento de los síntomas psíquicos y conductuales problemáticos
- Proporcionar información y apoyo a largo plazo a los cuidadores.
