Casi todas las personas nos hemos quejado de fatiga en algún momento. Por lo general, estas quejas reflejan una falta transitoria de energía o motivación y son el reflejo de una vida ocupadísima, pero también puede presagiar una patología emergente, ya sea un problema médico o psicológico.
FATIGA (Vicente Huidobro)
«Tomo asiento, como el canto de los pájaros;
es la fatiga lejana y la neblina;
caigo como el viento sobre la luz.
Marcho día y noche
como un parque desolado.
…
Caigo sobre mi alma.
He ahí el pájaro de los milagros;
he ahí los tatuajes de mi castillo;
he ahí mis plumas sobre el mar, que grita adiós.
Caigo de mi alma.
Y me rompo en pedazos de alma sobre el invierno;
caigo del viento sobre la luz;
caigo de la paloma sobre el viento»
El poeta expresa con bellas palabras el concepto. Pero en sí mismo, el término “fatiga” es muy genérico e inespecífico y connota muchos diferentes significados en una amplia gama de síntomas físicos, emocionales y cognitivos. En consecuencia, un médico precisa una información más cuidadosa para realizar un buen diagnóstico y justificar el tratamiento más adecuado.
Estos síntomas incluyen una mezcla de letargo, lasitud, debilidad muscular, pesadez, somnolencia diurna, motivación reducida e incapacidad para concentrarse en las cosas. La experiencia subjetiva y la intensidad percibida por el sujeto estarán influidas por las convenciones sociales y culturales, por su escala de valores y lógicamente también por el estado físico y emocional de esa persona.
Las causas de la fatiga pueden ser tan diversas como la gama de síntomas. Entre los pacientes con Trastorno Depresivo Mayor, la fatiga puede presentarse como parte de su cuadro clínico. De hecho, es uno de los nueve componentes que componen los criterios convencionales del diagnóstico de este tipo de depresión: los pacientes afectados por ella pueden presentar habla enlentecida, así como parquedad y retardo en el movimiento y también en el pensamiento, debilidad muscular, letargia y falta de iniciativa. De hecho, el 73% de los pacientes con depresión manifiesta sentirse cansados, sin energía, estar apáticos. A la inversa, en encuestas realizadas en servicios de salud general, más de 50% de los sujetos que referían tener fatiga la atribuían a causas psicológicas y no médicas.
No obstante, un tratamiento antidepresivo eficaz no siempre resuelve los síntomas de fatiga, pudiendo ser este un síntoma residual persistente una vez mejorado el estado anímico, por lo que se dificulta la recuperación total del paciente, y a la que puede asociarse falta de concentración, irritabilidad y disminución en el rendimiento. Además, y para redundar en la importancia de eliminar este síntoma, los pacientes con síntomas residuales tienen mayor riesgo de recaída de la depresión .
Tratamiento de la fatiga en la depresión
Un plan de tratamiento multimodal es una estrategia sensata para los pacientes con fatiga. Dado que la mayoría de los síntomas de fatiga no son causados por una enfermedad subyacente, lo mejor es comenzar con estrategias no invasivas que promuevan la salud:
- Mejorar la nutrición (y que mejor nutrición que nuestra dieta mediterránea)
- Programas de ejercicio físico
- Reducción de la ingesta de cafeína
- Reducción de la ingesta de alcohol
- Hidratación adecuada
- Mejorar la higiene del sueño (esto es esencial, ya que muchos pacientes con depresión cambian su ciclo se sueño, al encontrarse mejor en horario vespertino, alargan la hora de irse a dormir).
Puede parecer un poco banal recomendar descanso y relajación a un paciente ocupado y estresado, pero es fundamental que conozcamos los horarios de nuestros pacientes, para poderles aconsejar con conocimiento de causa y siendo realistas. Es muy importante la exploración de los acontecimientos estresantes de la vida actual y ayudarle a reevaluar sus prioridades y organizar su tiempo.
El ejercicio en particular puede mejorar el estado de ánimo de la persona con depresión, al reducir la fatiga, aumentar las endorfinas naturales y por ende mejorar los niveles de energía. Lógicamente debe tratarse de un ejercicio moderado, como caminar, hacer tai-chi o yoga, o incluso bailar, si se hace con la intensidad adecuada y con suficiente frecuencia, y sobre todo si dicha actividad es del gusto del paciente. Aunque la mayoría de los estudios clínicos que han evaluado los efectos del ejercicio físico sobre la depresión carecían de rigor metodológico, los clínicos podemos afirmar sin dudar que el ejercicio ayuda, sobre todo a pacientes con depresiones leves y moderadas.
También es necesario evaluar la salud general del paciente con depresión, puesto que puede padecer un trastorno médico comórbido que provoquen o agraven el síntoma de fatiga. Por tanto, un paciente con un síndrome depresivo debe ser un paciente bien estudiado desde el punto de vista físico, y es fundamental realizar controles analíticos u otras pruebas para ello.
La presencia más o menos acusada de este síntoma puede determinar la elección de uno u otro fármaco antidepresivo, así como la conveniencia de un tratamiento inductor del sueño para mejorar la calidad y eficiencia del mismo.
Asimismo, también existen algunas recomendaciones fármacoterapéuticas para los síntomas específicos de fatiga, en pacientes que estén ya tomando tratamiento antidepresivo, complejos vitamícos, sulfadenil-metionina, psicoestimulantes a dosis bajas, inhibidores del trasportador de la dopamina, inhibidores de la recaptación de noradrenalina, bupropion o atomoxetina. Existen estudios que han determinado la eficqcia de estas sustancias en los cuadros de fatiga y depresión, pero es esencial individualizar el tratamiento teniendo muy claro el cociente riesgo-beneficio.
El poeta
Vicente García-Huidobro Fernández nació en Santiago de Chile el 10 de enero de 1893 y murió en Valparaíso en 1948. Hijo de una adinerada familia relacionada con a política y la intelectualidad, estuvo en contacto permanente con los escritores e intelectuales europeos de su época, colaborando con la revista Nord-Sud, dirigida por Reverdy y otros surrealistas franceses, así como todas las vanguardias parisinas de la época: Modigliani, Pablo Picasso, Juan Gris, Francis Picabia, Joan Miró, Max Ernst y Paul Éluard entre otros. Publicó en francés poemas que habían aparecido en su obra anterior El espejo del agua, que presentó con una avanzada composición tipográfica.
Retrato de Huidobro realizado por Pablo Picasso para su poema Altazor
Es considerado el creador y máximo exponente del “creacionismo”, y está reconocido como uno de los cuatro grandes de la poesía de Chile junto a Pablo Neruda, Nicanor Parra y Gabriela Mistral.